¿Se considera la avena como comida basura en las nuevas normas de publicidad del Reino Unido?

A partir de octubre de 2025, el Reino Unido aplicará una normativa estricta que prohíbe la publicidad de alimentos considerados no saludables. Esta restricción impedirá anuncios de productos de desayuno populares como croissants, muesli y tortitas en televisión y en línea antes de las 9 p. m. El objetivo es reducir la obesidad infantil limitando la promoción de alimentos con alto contenido en azúcar, sal y grasas.

El gobierno estima que estas medidas pueden reducir aproximadamente 7.200 millones de calorías en la dieta infantil británica cada año, ayudando a prevenir cerca de 20.000 casos de obesidad infantil, un paso crucial debido a las consecuencias que la obesidad tiene a largo plazo.

Las autoridades destacan que la obesidad no solo genera graves problemas de salud, sino que también implica un gran coste para el NHS. Según el Secretario de Salud y Atención Social, esta política es el primer paso para cambiar el enfoque sanitario del tratamiento hacia la prevención, buscando que todos los niños del Reino Unido tengan un comienzo de vida saludable reduciendo su exposición a anuncios de comida basura en televisión y medios digitales.

Esta medida forma parte de una ambición gubernamental más amplia para mejorar la salud pública y reducir las enfermedades prevenibles asociadas a una mala alimentación. Al limitar la publicidad dirigida a niños, se espera fomentar hábitos alimenticios más saludables y disminuir así las patologías relacionadas con la dieta en el futuro.

Uno de los temas más controvertidos es la inclusión de cereales para el desayuno como el muesli y ciertos tipos de avena en la prohibición. Las guías oficiales mencionan «cereales para el desayuno, incluyendo muesli listo para consumir y otros cereales a base de avena» como productos afectados. No obstante, parecen hacer una excepción para la avena natural. Por ejemplo, se especifica que la avena en hojuelas, incluidas las variedades instantáneas y otros cereales calientes a base de avena, podrían quedar exentos, mientras que las versiones con azúcar o sal añadidos serían restringidas.

Muchos profesionales de la salud, incluyendo al NHS, valoran la avena sin azúcar como una opción nutritiva por su alto contenido en fibra y beneficios para la salud cardiovascular. Los expertos en nutrición destacan que la avena contiene fibras solubles como los beta-glucanos, que ayudan a reducir el colesterol malo y disminuyen el riesgo de enfermedades cardiacas, además de aportar vitaminas, minerales y antioxidantes esenciales.

Existen críticas respecto a la categorización amplia de la avena como alimento poco saludable. Algunos expertos argumentan que incluir productos de avena naturales y mínimamente procesados en la prohibición estigmatiza injustamente una opción de desayuno saludable. Por ejemplo, un profesor de nutrición de una universidad británica calificó la propuesta como ‘poco útil’, señalando que algunos cereales y variedades de avena son nutritivos por naturaleza y no deberían tratarse como comida basura.

Del mismo modo, políticos han expresado que señalar la avena podría ser un exceso, ya que muchas personas dependen de ella para desayunos o almuerzos escolares sustanciosos.

Además de la avena, la prohibición incluye otros productos de desayuno como tortitas, bollos, pains au chocolat, crepes, waffles, mini muffins, barritas y mini rolls, todos considerados comida basura para las restricciones publicitarias. Aunque hay amplio consenso sobre la conveniencia de limitar los anuncios de snacks azucarados y dulces, los profesionales alertan contra clasificar de forma generalizada todos los productos a base de avena.

Los dietistas advierten que etiquetar todos los productos con algo de azúcar o sal como no saludables puede enviar mensajes confusos. Muchos alimentos ricos en nutrientes, como yogures infantiles y fromage frais con pequeñas cantidades de azúcar, son clave para una dieta equilibrada y suelen estar enriquecidos con vitamina D para favorecer el crecimiento. Prohibir su publicidad podría desalentar su consumo de forma innecesaria.

Además, los cereales para desayuno han ido reduciendo progresivamente su azúcar gracias a campañas sanitarias anteriores, y demonizarlos ahora podría disuadir a los consumidores de elegir productos que aportan fibra y granos integrales. Los expertos subrayan la necesidad de políticas matizadas que diferencien entre alimentos realmente insalubres y aquellos que contienen pequeñas cantidades de azúcar o sal pero aportan beneficios nutricionales.